¿Qué le pasa al Racing?

El Racing de Santander es uno de esos equipos modestos de fútbol que siempre están ahí, sin hacer demasiado ruido. Pasan unas temporadas en Primera División, bajan a Segunda, vuelven a subir, y si un año varios jugadores de su plantilla destacan, al siguiente todos cambian de aires. Sin embargo, la pasada campaña, la 2007/08, fue inolvidable para el único equipo cántabro que hay en Primera División. Con Marcelino en el banquillo, el conjunto verdiblanco llegó a semifinales de la Copa del Rey por primera vez en su historia, y si no hubiera sido por un Getafe peleón, habría estado en la gran final. En liga consiguió, también por primera vez en su historia (y estamos hablando de 95 años, ahí es nada) clasificarse para la Copa de la UEFA. El Racing acabó en sexta posición de la tabla con 60 puntos, 17 victorias, 9 empates y 12 derrotas. En cuanto a los jugadores, el portero titular, Toño, estuvo a puntito de conseguir el trofeo Zamora. Lo dicho, una campaña inolvidable (con récord de socios, por cierto).

Sin embargo, la ilusión ha durado poco en el club cántabro. A pesar de que venció 1-0 al FC Honka Espoo, un desconocido equipo finlandés, su rival en la primera fase de la Copa de la UEFA, las cosas no pintan bien en la liga. Tras cinco jornadas de competición, el Racing no sabe lo que es ganar un partido y ya está penúltimo por la cola. Quizá sea por culpa del cambio de entrenador, pues Marcelino se marchó tras su exitosa temporada para dirigir al Zaragoza y, a cambio, el club fichó al ex del Málaga, Juan Ramón López Muñiz, que puede que aún no se haya hecho con el control de la escuadra. O quizá se trate del elevado número de bajas y altas que se produjo en verano: hasta 14 jugadores abandonaron la entidad verdiblanca, algunos de ellos de vital importancia como Duscher o Jorge López. Es cierto que el equipo se ha reforzado con muchas caras nuevas: Sepsi, Antunes, Lacen..., pero pocas conocidas o de calidad contrastada. Sea por lo que sea, el Racing, equipo revelación del año pasado, es ahora una sombra de lo que era. Muchos esperábamos que se convirtiera en el nuevo Getafe o en el nuevo Villarreal, pero parece que la historia de los equipos modestos volverá a repetirse este año con los de Santander. A no ser que remonten pronto el vuelo...