jueves, 30 de octubre de 2008

Manita modesta

Estas cosas son las que le dan un saborcillo especial a la Copa del Rey de fútbol. Un equipo modesto, de categorías inferiores, se enfrenta a uno de los mejores clubes de Primera División. Y entonces, salta la liebre. Sorpresón. Partidazo de los de abajo y humillación de los de arriba. Que fue lo que pasó ayer en Almería: el Polideportivo Ejido, que milita ahora en Segunda B, le endosó nada más y nada menos que cinco goles al Villarreal. Una manita de las buenas, con un hat-trick de Jorge Molina y dos goles de Gregory. Este triunfo da alas a los jugadores humildes, los grandes olvidados de los medios de comunicación, y baja los humos de las estrellitas de relumbrón. Por eso me gusta tanto la Copa del Rey. Aúpa, Poli. Eso sí, si se cruzan con el Real Madrid, lo siento mucho, pero espero que los blancos no tengan piedad. Mi corazón es merengue, y como decía Carlos Goñi en una canción: "Qué le voy a hacer si con razón o sin razón, aunque tú me des la vuelta tengo el mismo corazón" . Hala Madrí.

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