El Barça da miedo...

Y no me refiero al de Guardiola, sino al de baloncesto. Como parte de la pretemporada de los Lakers, el club decidió montar un partidito amistoso en el Staples Center de Los Ángeles contra el Regal Barcelona de la ACB. Así Gasol y Navarro podrían verse de nuevo cara a cara, tomarse unas cañas, hablar de los viejos tiempos en los Grizzlies... Total, que los espectadores yanquis tan felices, un partido fácil, van a flipar los catalanes con el estadio y con Jack Nicholson, y todas esas cosillas. No iban desencaminados, porque los chichos de Phil Jackson se habían puesto en la primera parte 21 puntos arriba. Y de repente, a "La Bomba" Navarro le da por ser el de antaño. Canasta por aquí, bombita por allá, triple espectacular (hasta siete metío, el tío) y los angelinos con los ojos como platos ante la exhibición del chaval de Sant Feliu. El público, mudo, no podía entender cómo los subcampeones de la NBA estaban siendo tuteados por aquellos bárbaros hispanos, adoradores de la butifarra. El equipo catalán estaba haciendo historia: era el primer conjunto español de la ACB que pisaba suelo estadounidense, y además, lo estaba haciendo con garbo y salero. Sólo el sobrehumano Kobe Bryant era capaz de seguir el ritmo de Navarro, porque Pau no consiguió anotar más de 13 puntos en todo el encuentro. La emoción era palpable en el ambiente: a medio minuto del pitido final, el Barça estaba sólo a 4 puntitos del rival. Cuatro miserables puntos. Y así terminó la cosa, en un espectacular 108-104 a favor de los Lakers; y como en las Olimpiadas, no pudimos ganar. Pero oye, les costó lo suyo. Vaya si les costó. Por cierto, Navarro acabó con 34 puntos, 7 asistencias y 6 rebotes. Un crack.