El regreso de Beckham

Cuando como en casa de mis padres, solemos poner las noticias en la tele de la cocina. Ayer andaba yo dando buena cuenta de un delicioso filetón cuando mi padre se quedó mirando el televisior con ojos como platos. Casi se me atraganta la comida al leer el titular: David Beckham jugará hasta final de temporada en el AC Milan. Alucinados nos quedamos... Sobre todo yo, que soy un incondicional del inglés. Sí, y a mucha honra. Quizá no sea el mejor futbolista del mundo, pero tiene un talento impresionante con un balón en los pies. Y además, qué leche, es un tipo simpático. Un chaval de clase baja que ha conseguido llegar a lo más alto con esfuerzo y tesón. Así que es una alegría que se venga de nuevo para Europa, para poder verlo de nuevo en acción. Estoy seguro de que aún le quedan un par de añitos de buen fútbol y desperdiciarlos en los Galaxy, al otro lado del charco, era una pena. Lástima que no vaya a volver nunca al Real Madrid (la de enemigos merengues que me voy a ganar con esto)...